Imagínate ir dormir y en lugar de experimentar sueños individuales y solitarios poder interactuar con amigos, resolver problemas o aprender nuevas habilidades. Lo que parecía un concepto exclusivo de la ciencia ficción ha dado un paso hacia la realidad gracias a un nuevo proyecto.
Este concepto está siendo desarrollado por REMspace, una empresa de neurotecnología ha logrado lo impensable: la primera comunicación bidireccional entre dos humanos durante el sueño, un avance que promete revolucionar la forma en que entendemos y utilizamos el sueño, aunque con ciertas consecuencias.
Cómo se comunicaron dos humanos mediante sueños
El 24 de septiembre de 2024, este proyecto marcó un antes y un después en la historia de la ciencia al lograr que dos personas se comunicaran mientras soñaban. Este logro se enmarca en el campo de los sueños lúcidos, un estado de conciencia en el que la persona es consciente de que está soñando sin despertarse. Este tipo de sueño ocurre durante la fase REM (movimiento ocular rápido), cuando la actividad cerebral es intensa y se pueden experimentar los sueños más vívidos.
Durante el experimento, los participantes fueron monitoreados mediante un equipo avanzado de polisomnografía que medía sus ondas cerebrales y otras métricas esenciales. Cuando el sistema detectó que el primer individuo había entrado en un estado de sueño lúcido, se generó y transmitió una palabra en un idioma inventado por REMspace llamado Remmyo.
Este lenguaje fue creado específicamente para facilitar la comunicación onírica y se basa en técnicas de seguimiento electromiográficas, que capturan los impulsos nerviosos y musculares.
La palabra enviada, “Zhilak”, fue recibida y repetida por el primer participante, quien logró procesarla y pronunciarla en su sueño. Ocho minutos más tarde, el segundo individuo alcanzó el estado REM y, al recibir la misma señal, también la reconoció y la repitió en su sueño.
Cuando ambos despertaron, se confirmó que el intercambio había sido exitoso. Este momento representó la primera vez que se logró una comunicación efectiva entre dos soñadores, un paso hacia la creación de un canal de interacción onírica en tiempo real.
“Este avance va a cambiar la manera en que interactuamos con el mundo de los sueños y cómo la tecnología influye en nuestras relaciones humanas”, afirmó Michael Raduga, fundador y CEO de la empresa.
Cuáles son los beneficios y las implicaciones de comunicarse por sueños
Los expertos en neurotecnología y psicología han señalado que la capacidad de comunicarse en sueños podría abrir muchas posibilidades en el tratamiento de problemas de salud mental. En teoría, las personas podrían usar el estado de sueño lúcido para enfrentar traumas, mejorar el control emocional y desarrollar habilidades motoras.
El sueño lúcido permite que el cerebro practique actividades y afronte desafíos sin las limitaciones físicas del cuerpo, algo que podría revolucionar terapias y métodos de aprendizaje.
Además, esta tecnología podría tener aplicaciones en la resolución de problemas complejos y el fomento de la creatividad. Los científicos sugieren que el cerebro, al estar menos restringido por la lógica y el pensamiento lineal durante el sueño, podría abordar los problemas desde nuevas perspectivas y ofrecer soluciones innovadoras.
Sin embargo, este tipo de avance no está exento de controversia. Expertos en ética y psicología han señalado que la posibilidad de hacer que el tiempo de descanso se vuelva productivo podría tener un impacto en la desconexión mental que tanto se necesita.
Si bien el potencial de mantener conversaciones y aprender en sueños es fascinante, también surge la pregunta de si este tipo de tecnología podría afectar la capacidad de las personas para descansar verdaderamente.
Aunque REMspace ha alcanzado un punto alto en su investigación, el equipo todavía enfrenta el desafío de lograr una comunicación en tiempo real durante los sueños. Este objetivo es ambicioso y técnicamente complejo, confían en que podrán superarlo en los próximos meses, lo cual sugiere que el desarrollo de la tecnología está bastante avanzado.
El proceso de dormir es muy similar al de morir. Esa es la razón por la que es tan importante meditar tanto cuando estamos completamente despiertos como cuando estamos quedándonos dormidos.
Si practicamos la meditación con un alto nivel de concentración podemos detectar los cambios que ocurren en nuestra mente cuando estamos quedándonos dormidos.
El elemento blanco masculino fluye desde la parte alta de nuestra cabeza hacia el nivel del corazón y el elemento femenino rojo sube hacia el corazón desde la parte inferior del cuerpo. Cuando ambos se encuentran ocurre una pérdida momentánea del estado consciente ordinario y luego surge una claridad consciente: nuestra mente esta atenta durante el estado del sueño. La fortaleza de nuestra meditación en el Lama es lo que hace esa consciencia posible.
El Lama esta a la altura del corazón en la forma pura de Dharmakaya, cuya luz irradia desde su cuerpo. Nuestra mente, que es inseparable de la mente del maestro, se identifica con esa luz. Esto disipa lentamente la inconsciencia del estado ordinario del sueño.
Aunque completamente dormidos, nuestra consciencia se incrementa y nuestra mente se vuelve más y más clara.
Un signo de esa claridad es que percibimos nuestro propio cuerpo dormido. No lo vemos compuesto de carne como normalmente lo percibimos sino como un objeto transparente brillando con luz radiante viniendo del lama en nuestra mente.
Si nuestra mente es bastante estable, nuestra mente dormida percibe nuestro cuerpo tan brillante que puede irradiar luz a todo el cuarto. Aunque dormidos podemos ver el cuarto y los objetos que hay en él. Podemos ver claramente que no podemos estar seguros de cuando estamos dormidos o despiertos. Esto solo es posible cuando uno tiene una maestría completa en la ocurrencia de las tres experiencias de gozo, claridad y no conceptualización durante la meditación despierta.
Una vez estabilizadas, esas experiencias aparecen durante el sueño en su forma particular. El hecho de poder ver el cuarto donde dormimos esta asociado con la clara luz de un tranquilo estado mental. Este aparece en aquellos que han practicado la meditación shinay.
Uno puede ver el cuerpo tan claramente que pareciera que la luz interior es una imagen de destellos de luces de diferentes colores. Y si la meditación es muy estable es posible incluso moverse, la mente se mueve dentro del cuarto e incluso a los lugares adyacentes. Uno puede viajar de un lugar a otro.
Esta es una explicación teórica de las posibles experiencias que uno puede tener mientras dormimos si meditamos lo suficiente durante el día. Querer alcanzar estos estados no es suficiente, ellos son el resultado natural de una profunda y frecuente meditación.
Esas experiencias no crean ninguna ansiedad en la mente. La mente descansa en el mismo estado que cuando practicamos una profunda meditación Shinay, esta completamente relajada, muy clara y sin ningún apego.
Esta llena con las tres experiencias de gozo, claridad y no conceptualización. En ese estado los órganos sensitivos son muy agudos y claros, lo que significa que podemos ver, oír, oler, sentir y saborear, esas experiencias continúan llegando a la mente que duerme, pero a diferencia de lo que sucede cuando estamos despiertos: consideramos todas las sensaciones igualmente, recibiéndolas felizmente.
No consideramos, por ejemplo, que algunos sonidos son muy fuertes o insoportables. A medida que la meditación despierta progresa y nos libramos nosotros mismos de las experiencias shinay y desarrollamos una profunda meditación de sabiduría primordial, la clara luz del sueño se hace más brillante y se libera a sí misma de estas experiencias. Esto aparece naturalmente.
No necesitamos cambiar la técnica o practicar otra meditación mientras caemos dormidos. Simplemente necesitamos mantenernos en la practica y orarle al lama antes de dormirnos y por el poder de nuestra meditación despierta la meditación apropiada ocurrirá durante el sueño.
Este tipo de meditación también se desarrolla al momento de la muerte. Aquellos que tienen una fuerte experiencia meditativa alcanzan la Budeidad en los segundos que siguen a la muerte y no tienen que experimentar el bardo.
Para aquellos que practican regularmente una meditación sin perfeccionarla, la consciencia se establece en un estado similar al de la meditación que practicaba mientras estaba vivo (shinay, lhaktong o mahamudra). Si esto no conduce a la liberación un pensamiento sutil aparecerá en la mente y disparará en la mente la experiencia del bardo. Es similar al dormir, pero un pensamiento sutil durante el dormir nos conducirá a un sueño en vez del bardo.
Tan pronto como el sueño aparece, un buen meditador se proyecta a sí mismo como una deidad y aparece como tal en el sueño, realizando que todo es una ilusión y manteniendo ese estado de consciencia mientras dure el sueño. Cuando hay menos capacidad, uno comienza a soñar y al cabo de un rato se da cuenta que esta soñando.
Nos damos cuenta del carácter ilusorio del sueño creado en nuestra mente. Con esa realización de la naturaleza del sueño, nada que suceda en él puede hacer que el soñador sufra.
Cuando realizamos que el sueño no es real y es sólo una ilusión o el juego mágico de la mente no se crea ningún apego durante el sueño. Aprendemos a mantener la mente en la naturaleza última mientras dormimos. No utilizamos el sueño para tratar de hacer o llevar a cabo algo, ni para encontrarnos con personas en diferentes lugares durante el estado del sueño.
Esa clase de objetivos sólo ayudan a incrementar la confusión del sueño. Estar conscientes de que estamos soñando ayuda a comprender la naturaleza del sueño, la realización de que es una creación mental de una mente confundida. Esas son solo experiencias y sensaciones que se sienten durante el sueño y que se purificarán naturalmente. Ese proceso es el camino de la meditación durante el sueño.
De todas las experiencias, aquella que más acarrea sufrimiento es la que no se puede evitar: la muerte. Sólo la práctica del Dharma es realmente eficiente al momento de la muerte. Nuestra única protección en ese momento viene del lama y de las tres joyas (Buda, Dharma, Sangha).
Para un beneficio efectivo en la eliminación del sufrimiento al momento de la muerte es necesario haber realizado suficiente práctica del Dharma en vida y de haber orado regularmente al lama y las tres joyas.
En cada circunstancia feliz o infeliz de nuestra vida debemos orarle al lama y a las tres joyas y cuando experimentamos fuertes sufrimientos debemos pedir por protección y refugio. Entonces al momento de la muerte nuestra petición por protección y refugio será verdaderamente efectiva.
Asimismo, aunque nuestras pesadillas nos asusten y produzcan un intenso sufrimiento, si practicamos y tomamos refugio durante la vigilia, la misma tendencia se manifestará en el sueño. Nosotros le oramos al lama y a las tres joyas dentro del sueño. Nuestra plegaria es escuchada y el sueño es transformado de modo que la causa del sufrimiento desaparece.
Tenemos el mismo resultado cuando meditamos en el vacío en nuestro sueño. Mediante la realización del carácter ilusorio del sueño no necesitamos temer, porque vemos que la situación atemorizante y la persona que esta siendo atemorizada son inseparables. No hay una realidad de objeto – sujeto. Esa realización inmediatamente nos libera de la situación.
En nuestro estado presente, cualquier pensamiento, idea o sentimiento que experimentamos en nuestra mente, inmediatamente nos captura. Nosotros seguimos el pensamiento, sentimos el sentimiento y actuamos bajo su influencia porque creemos en la realidad de ese pensamiento o sentimiento.
Ellos aparecen y estamos convencidos de que son permanentes, concretos y representan la motivación de nuestros actos. Pero esos pensamientos, sean conceptos o emociones, no tienen realidad. Son solo expresiones de la mente -irreales, intangibles, de corta duración- son simplemente un juego de la mente, similares a una ilusión o un sueño. Una vez que desarrollamos esa consciencia no estamos tentados a seguir los pensamientos y emociones que surgen, no somos arrastrados por su influencia y estamos libres de sus trucos.
La práctica durante la vigilia permite que la misma reacción que aparece en las noches durante el sueño pueda ocurrir después de la muerte, en el estado del bardo, donde experimentamos varias ilusiones y alucinaciones. Cuando realizamos que son solo un juego de la mente, podemos rápidamente liberarnos de esas ilusiones. Ese estado mental, libre de todas las nociones de objeto y sujeto, debe ser cultivado durante la vigilia y debemos confiar profundamente en él.
Cuál es el propósito del Dharma?
Su propósito principal es permitirnos actuar de modo útil al momento de la muerte. Para aquellos que practican las enseñanzas del Buda durante su vida, la experiencia de la muerte no es terrible porque es un evento cuyos pasos y procesos son conocidos. Tales practicantes se mantienen conscientes y confiados durante la experiencia y la aceptan tranquilamente.
Gracias a la práctica del Dharma podemos saber que hacer y como evitar las trampas al momento de la muerte. Se pueden utilizar muchos métodos. El más simple consiste en pedir sinceramente un renacimiento en la tierra pura del Buda Amithaba, la tierra del Dewachen.
Amithaba expresó fuertes deseos de que cuando se iluminara de su mente apareciera un mundo el cual fuera accesible a todos los seres sin excepción. Su deseo fue que cualquiera que confiara en su tierra pura y pidiera profundamente renacer en ella pudiera hacerlo sin dificultad. Cuando alcanzó la iluminación su deseo se hizo realidad y de la mente pura de Amithaba se manifestó un mundo accesible a todos. El Buda Sakyamuni describió esa tierra pura: el mundo del Dewachen.
La práctica no es sólo útil al momento de la muerte; es también de gran valor en nuestra vida porque puede erradicar el sufrimiento que encontramos. Practicar el Dharma nos permite la transformación de cualquier situación en algo útil. Nos liberamos del sufrimiento y lo transformamos en felicidad. Así que es necesario tener una confianza total en esa cualidad de la práctica de las enseñanzas del Buda.
La mejor practica para nosotros es la meditación en el Buda Ojos Amorosos, y la repetición de su mantra: OM MANI PEME HUNG. Ojos Amorosos es la expresión de la compasión de todos los Budas la cual aparece simbólicamente bajo esa forma para ser accesible a todos los seres. Esa compasión esta siempre vinculada con el vacío. Si meditamos en Ojos Amorosos y repetimos su mantra, el amor y la compasión se desarrollan naturalmente en el flujo de nuestra mente, y la experiencia del vacío surge lentamente.
Se dice en las enseñanzas que si cultivamos la compasión y el amor, eventualmente la verdadera realización del vacío del Dharmakaya aparecerá en nosotros. Es bueno practicar regularmente esa meditación con gozo y confianza para fortalecer en nosotros el deseo de renacer en el Dewachen.
La presencia constante de ese deseo en nuestra mente asegurará que al momento de la muerte estaremos más allá del deseo de vivir una vida en particular en este mundo. Toda nuestra atención estará focalizada en el deseo de renacer en la Tierra Pura de Dewachen. Si no tenemos dudas y lo deseamos desde el fondo de nuestro corazón, es seguro que ocurrirá.
Al momento de la muerte, debemos estar libres de todo temor y no pensar que podemos experimentar sufrimiento. Al contrario, debemos recordar todas las acciones positivas cometidas en nuestra vida y dedicarlas al beneficio de todos los seres vivos. Imaginamos que ellos se benefician de los efectos de nuestro buen karma, que son felices y que ese buen karma los beneficiará en su camino hacia la iluminación. Ayudar a las personas de esa forma generará un sentimiento en nosotros de gran alegría.
Entonces tomamos todo el sufrimiento, enfermedades y obstáculos de todos los seres. Imaginamos que se mezcla con nuestra propia experiencia de muerte y deseamos profundamente aniquilar todo sufrimiento y karma negativo. La mente se estabiliza en un estado libre de toda dualidad y fuertemente desea que luego de la muerte, nuestro cuerpo, habla y mente se unan para beneficiar a todos los seres.
Deseamos: “Cada vez que las personas tengan una necesidad, o piensen en algo que deseen, puedan mi cuerpo y mente transformarse en algo que ellos puedan disfrutar”. Morir con ese deseo en mente crea un renacimiento con las condiciones favorables para la iluminación.
Renaceremos con una mente despierta que en esa nueva vida nos permitirá alcanzar la Budeidad rápidamente porque estamos beneficiando a otros efectivamente. Renaceremos con muchas cualidades y capacidades físicas que nos permitirán ser de máxima ayuda a todos los seres. Esa es la razón por la cual es tan importante expresar ese deseo al momento de la muerte, y morir con ese estado mental.
Esa actitud puede ser transmitida cuando estamos ayudando a alguien que esta muriendo. Debemos hacer todo lo posible por asegurarnos que la persona esta muriendo con un estado mental positivo.
Aún si la persona no conoce las enseñanzas del Buda y por lo tanto no puede practicar los métodos mencionados anteriormente con determinación, podemos animar a la persona para que muera con una mente tranquila. El estado mental de la persona que esta muriendo es lo más importante.
La persona experimenta intensas emociones, sufrimiento, esta muy agitada, nerviosa, temerosa y muy débil, todo esto desestabiliza la mente. Debemos mostrar siempre gran gentileza en nuestros gestos físicos y nuestras palabras, y debemos evitar cualquier acción o palabra que cause ira en la persona, o sentimientos de celos u orgullo, o cualquier emoción que cause circunstancias desfavorables en la muerte.
Al momento de morir, debemos evitar absolutamente el odio, la rabia, los celos y el orgullo, y debemos asegurarnos que otras personas no experimenten tales emociones al momento de su muerte. Si por nuestra actitud o nuestras palabras inducimos a la rabia a una persona que esta muriendo, la presencia de esa fuerte emoción en el momento justo de la muerte crea un karma negativo cuya consecuencia inmediata es un renacimiento en los reinos inferiores.
Si nosotros somos la causa de esa emoción somos los responsables de ese renacimiento bajo, lo que crea un karma negativo para nosotros mismos. Por lo tanto debemos adoptar modales gentiles y cuidadosos con la persona que esta muriendo y debemos evitar cualquier acción o palabra capaz de torturarlos.
Si tal actitud positiva es practicada hacia los moribundos, entonces al momento de nuestra muerte evitaremos cualquier emoción negativa que nos conduzca a un renacimiento en los reinos inferiores.
Por que es tan importante el momento de la muerte?.
Ese es el momento donde la mente esta libre de cualquier apego al cuerpo y al mundo. La mente esta perfectamente desnuda, completamente llena de consciencia vacía y por lo tanto muy poderosa. El más pequeño pensamiento en ese estado mental automáticamente tiene un enorme impacto. Si ese pensamiento es una emoción, la mente es inmediatamente trasladada a un reino basado en esa emoción.
Mientras estamos vivos no podemos entender lo que ese estado significa porque no experimentamos la mente perfectamente desnuda. Estamos constantemente conceptualizando el mundo y nuestro propio cuerpo, así que nunca experimentamos la desnudez. Mientras estamos vivos estamos constantemente agitados por pensamientos e ideas.
Estamos experimentando también un flujo constante de distracciones externas. Una parte de esa agitación es placentera, se ajusta a nuestra posición actual y no genera ninguna reacción negativa en nuestra mente. Pero otras situaciones pueden generar perturbaciones y confundir la mente.
Ya sea que disfrutemos o no de una situación es importante no reaccionar con nuestro primer impulso. Debemos aprender a evitar que nuestra mente sea influenciada por las ideas y reacciones que surgen en ella misma. Debemos mejorar nuestra vigilancia. Sea lo que sea que hagamos debemos permanecer totalmente conscientes de lo que sucede en nuestra mente, de modo que no reaccionemos automáticamente sin tiempo de pensar cual es la mejor respuesta.
Sin esa vigilancia una mente negativa, crea circunstancias negativas que se convierten en reacciones negativas, creando aún más karma negativo. La única solución para salir de ese círculo vicioso y evitar renacer en una vida llena de sufrimientos es desarrollar una consciencia pura y una vigilancia siempre presente.
Al momento de la muerte, ofrecemos nuestro cuerpo, habla y mente y todas nuestras acciones positivas pasadas a todos los seres, con el deseo de que satisfaga sus necesidades y los ayude a alcanzar la iluminación. Entonces dejamos a la mente descansar en la intención pura de renacer en la tierra de Amithaba.
Visualizamos al Buda Amithaba enfrente de nosotros para ayudar a mantener esa idea en la mente. De hecho es el lama raíz el que aparece bajo la forma de Amithaba. Lo dibujamos muy claramente y desarrollamos una fuerte confianza en su presencia. Le ofrecemos todas las riquezas obtenidas durante nuestras vidas, todas nuestras pertenencias incluyendo nuestro cuerpo, sin guardar nada para nosotros mismos, sin olvidar nada.
Estamos conscientes de que nuestros apegos son obstáculos para un renacimiento en la tierra pura de Amithaba. Le ofrecemos todo a Amithaba y nos sentimos libres de cualquier atadura a nuestra vida que acaba de terminar.
Si continuamos experimentando apegos, nuestras antiguas posesiones nos preocuparan después de la muerte. Tendremos visiones de otras personas tomando nuestras posesiones, lo cual producirá celos y nos aturdirá. Esas emociones nos llevarán hacia reinos bajos de existencia.
Urge entonces ofrecer absolutamente todo, incluido nuestro cuerpo, a los Budas para que no exista ningún obstáculo; de esta forma nada genera apegos y nos aseguramos de seguir nuestro camino a la liberación.
Así que al momento de la muerte debemos fijar nuestra mente en el deseo de alcanzar el Dewachen y enfocar nuestra consciencia en ese objeto. Si mantenemos el deseo de renacer en Dewachen, y estamos conscientes de la presencia de Amithaba, nuestra consciencia naturalmente abandonará nuestro cuerpo, e irá directamente a la tierra de Amithaba.
Nuestro renacimiento ocurre inmediatamente dentro de una flor de loto en la tierra del Dewachen. Esa flor de loto se abre y aparece para nosotros la tierra pura. Nuestro cuerpo no esta hecho de carne y sangre sino de luz. Ese renacimiento instantáneo que podemos llamar milagroso es de hecho fácil de realizar.
Una vez que renacemos en la tierra pura de Dewachen ningún esfuerzo es necesario. Todo lo que deseamos o queremos aparece espontáneamente, sin necesidad de trabajar o hacer algo.
Si queremos ir a la tierra pura podemos aparecer instantáneamente allí sin necesidad de ningún sistema de transporte. Viajamos instantáneamente en el cuerpo espiritual. Podemos también dejar el Dewachen para ayudar a las personas en el bardo, donde van de una vida a otra en un estado de confusión, podemos manifestarnos en ese estado intermedio y seguir ayudando a las personas eficientemente. También es posible reaparecer en los mundos ordinarios de los reinos vivos para ayudar a los seres.
Todas esas experiencias se realizan sin sufrimiento y sin la necesidad de nacer o morir porque estamos más allá de esos estados. En la tierra pura del Dewachen constantemente escuchamos, memorizamos y entendemos las enseñanzas directamente del Buda Amithaba.
Así automática y espontáneamente nos volvemos Budas y Bodisatvas sin seguir el largo y complejo camino de seguir los pasos uno por uno. Dentro del corazón de Amithaba hay una esfera de luz que contiene a Guru Rinpoche. Del corazón de Amithaba emergen una cantidad enorme de Guru Rinpoches. Todos ellos actúan para beneficiar a todos los seres en diferentes estados de existencia. De la mano derecha de Amithaba surge una constante cadena de representaciones de Chenrezig que actúan para el beneficio de todos. De su mano izquierda millones de Taras Verdes fluyen para proteger a las personas del temor y liberarlas del sufrimiento.
Debido a que realizamos algunas acciones negativas en nuestras vidas pasadas renacimos en esta vida con un cuerpo hecho de diferentes elementos cuya naturaleza produce sufrimiento. Eso significa que nuestra vida actual es la realización de la noble verdad del sufrimiento. Nuestra vida humana actual es muy corta comparada con el tiempo que continuaremos en los ciclos de renacimiento hasta que alcancemos la liberación.
Desarrollar la motivación de renacer en el Dewachen en el momento de la muerte es la manera más efectiva de evitar cualquier posibilidad de renacer en esos estados de sufrimiento. En el momento de la muerte debemos decidir cortar con cualquier apego a esta forma de vida, a este sufrimiento que es nuestro cuerpo y mente, e ir directamente al Dewachen. Eso detendrá completamente el ciclo de existencias y el sufrimiento asociado a el.
Esas explicaciones son un poco como abrir la puerta al Dewachen. Para ir allí uno simplemente necesita seguir las instrucciones que han sido dadas.
¿Alguna vez has estado soñando y te das cuenta de que no estás pasivamente observando sino creando una experiencia? ¿O has notado que durante un sueño, tus sentidos son más vívidos, los detalles más realzados y tu percepción más amplia?
Entonces, probablemente, experimentaste un sueño lúcido. Y si no te ha sucedido, pero te gustaría, puedes intentarlo.
El sueño lúcido es el arte de estar consciente de que estás soñando, tomar decisiones y guiarlos hacia donde deseas que lleguen.
Los proponentes indican que, si lo logras, puedes controlar tus viajes por el mundo de los sueños y hacer lo que quieras, desde meter un gol en el Mundial de Fútbol hasta asegurarte de que, si llegas al trabajo desnudo, el único que se estará riendo seas tú.
Un estudio realizado por la Universidad de Lincoln, Inglaterra, mostró que los sueños nos pueden volver más creativos o perspicaces cuando estamos despiertos.
Alicia es una de las soñadoras lúcidas más famosas de la literatura pero es posible que todos tengamos la capacidad de controlar nuestras aventuras en el país de las maravillas.
Los expertos en el sueño lúcido sugieren varias formas de empezar a hacerlo.
Selecciona cualquiera de estos consejos y descubre más.
Toma nota
Lleva un diario de sueños y trata de escribir lo que sea que hayas soñado cuando te despiertes, incluyendo las emociones y sensaciones que experimentaste.
Eso te ayudará a recordar mejor tus sueños, algo esencial para un soñador lúcido serio.
Medita
La meditación también ha servido como método para entrar en un estado de sueño lúcido.
Sin embargo, este tipo de sueños inducidos parecen ser más difíciles de manejar que los sueños que se vuelven lúcidos después de que ya te has quedado dormido.
Puedes conocer más de este artículo de la BBC en el siguiente enlace:
Los multimillonarios ya están volando al espacio y la computación cuántica está a la vuelta de la esquina.
Y a pesar de ello, uno de los aspectos más familiares de la naturaleza humana continúa siendo una frustración para el estudio científico: los sueños.
Hay muchas teorías, pero la verdad es que realmente no sabemos mucho sobre los motivos y la forma en que soñamos.
Un obstáculo importante para los científicos ha sido el hecho de que cuando las personas sueñan, en gran medida están aisladas del mundo.
Al menos esa ha sido la suposición durante mucho tiempo.
Así que investigadores recurrieron a preguntar a las personas, al despertar, qué estaba haciendo su mente mientras dormían, pero es un enfoque incompleto y poco fiable.
«Las memorias sobre los sueños pueden ser incompletas, distorsionadas e incorrectas. Así que si eso es todo lo que tenemos, construir una ciencia sólida sobre los sueños será difícil», dice el doctor Ken Paller, psicólogo e investigador de la Universidad Northwestern, en Illinois, Estados Unidos.
Lo que cambiaría todo el panorama de la investigación de los sueños sería si hubiese alguna forma de comunicarse e interactuar con alguien mientras duerme.
Suena algo difícil de alcanzar, como Inception («Origen»), la película de Christopher Nolan.
Continua leyendo este artículo de la BBC, desde el siguiente enlace:
El sueño se regula por la combinación de dos procesos. Por un lado, los ritmos circadianos. Por otro, la acumulación de sustancias inductoras del sueño en el cerebro, como la adenosina. Su cantidad depende de varios factores. Entre otros, el tiempo que llevemos despiertos (a más tiempo, más adenosina) o la calidad del sueño.
Nuestro ritmo circadiano controla el denominado ciclo sueño-vigilia, dividido en una fase de descanso (oscuridad-sueño) y otra de alerta (luz-actividad). Por eso está relacionado con nuestro comportamiento a lo largo del día.
El reloj circadiano («cerca del día») de nuestra especie dura alrededor de 24 horas, y el organismo necesita sincronizarlo con señales medioambientales. El sincronizador externo más importante de nuestro ritmo biológico es el ciclo luz-oscuridad.
Yoga de los Sueños. La práctica de la luz natural. Namkhai Norbu Rinpoche.
Un libro que nos ofrece instrucciones par el desarrollo de la claridad mental mientras dormimos y cuando soñamos, utilizándolos para aumentar nuestras capacidades de meditación, dando una serie de métodos para la canalización de los sueños para llegar al autoconocimiento llamado Dzogchen o la lucidez en los sueños para la consecución del propósito último de obtener la liberación, incluyendo asimismo un breve
Yoga de los Sueños. Un manual práctico para realizarnos mientras dormimos. Tenzin Wangyal Rinpoche.
“Si no podemos permanecer conscientes durante el sueño”, escribe Tenzin Wangyal Rínpoche, “si nos perdemos cada noche, ¿qué probabilidad tenemos de estar conscientes cuando llegue la muerte? Observa tus experiencias en los sueños, si quieres saber qué suerte correrás cuando mueras. Observa tu experiencia del dormir si quieres saber si verdaderamente estás despierto o no”.
Este libro contiene instrucciones detalladas para el yoga del sueño, así como prácticas fundamentales para realizar durante el día.
En la tradición tibetana, la habilidad para soñar de manera lúcida no es un fin en sí misma, sino que brinda un contexto adicional en que uno puede realizar prácticas avanzadas y eficaces para alcanzar la liberación.
Al yoga de los sueños le sigue el yoga de dormir, conocido también como el yoga de la luz clara. Es una práctica más avanzada, similar a la mayoría de las prácticas secretas tibetanas. Su meta es permanecer alerta durante el sueño profundo cuando la operación de la mente conceptual y de los sentidos cesa. Muchos occidentales no consideran esta profundidad de estado de alerta como una posibilidad, y sin embargo es ampliamente conocida en las tradiciones budista tibetana y espiritual Bön.
El resultado de estas prácticas es mayor felicidad y libertad tanto en nuestro estado de vigilia como el de sueño. El yoga de los sueños imparte métodos poderosos para progresar en el camino a la liberación.
«Don Juan», escribe Carlos Castaneda en el prólogo, «era un intermediario entre el mundo natural de la vida diaria y el mundo invisible, uno que él no llamaba lo sobrenatural, sino la segunda atención. Su tarea de maestro fue hacerme accesible esta configuración. En mis trabajos previos he descrito sus métodos de enseñanza, al igual que las prácticas que me hizo ejercitar, la más importante de las cuales fue, sin duda, el arte de ensoñar. Don Juan sostenía que nuestro mundo, que creemos ser único y absoluto, es solamente un mundo dentro de un grupo de mundos consecutivos, los cuales están ordenados como las capas de una cebolla. Aunque hemos sido condicionados para percibir únicamente nuestro mundo, efectivamente tenemos la capacidad de entrar en otros, que son tan reales, únicos absolutos y absorbentes como el nuestro».
Don Juan Matus definió el ensueño manifestando que era el acto de utilizar los sueños normales como puertas de entrada que conduce a la conciencia humana hacia otros ámbitos de la percepción.
Esta definición implicaba, para él, que los sueños comunes podías ser usados como una escotilla que guiaba la percepción hacia otras regiones de energía, diferente de la del mundo de la vida cotidiana y, sin embargo, sumamente similar a ésta en su núcleo básico.
El resultado implicaba la percepción de mundos verdaderos en los que se podía vivir o morir, mundos increíblemente distintos del nuestro y, al mismo tiempo, sumamente similares.
«El ensueño únicamente puede ser experimentado. Ensoñar no es tener sueños; tampoco es soñar despierto, ni desear, ni imaginarse nada.
A través del ensueño conseguimos percibir otros mundos, los cuales podemos ciertamente describir, pero no alcanzamos a describir lo que nos hace percibirlos. Sin embargo, podemos sentir cómo el ensueño abre esos reinos.
Ensoñar parece ser una sensación, un proceso en nuestros cuerpos, una conciencia de ser en nuestras mentes.» DON JUAN.
Carlos Castaneda publicó doce libros sobre sus experiencias de antropólogo en el mundo del chamanismo tradicional, que han alcanzado una extraordinaria e ininterrumpida repercusión mundial, con millones de ejemplares vendidos, que lo convierten en un destacadísimo fenómeno cultural del nuestro tiempo. No en vano “sus concepciones pavimentan la dirección de la futura evolución de la conciencia humana”. Deepak Chopra
Don Juan Matus, a partir de la investigación del antropólogo Carlos Castaneda nos dice que cada nivel abarca dos pasos: llegar al nivel y explorarlo. Por tanto hay dos maniobras que se deben realizar: entrar en el nivel y moverse dentro de él. Dentro del segundo campo, aprender se convierte en nuestra segunda naturaleza. Es como si supiéramos qué hacer en todo momento. Por otra parte, cada nivel contiene ciertos obstáculos. Según Don Juan, el componente crítico para aprender en todos los niveles es el intento. No hay pasos específicos aparte de «intentar» lo que uno quiere y uno «intenta» algo «simplemente intentándolo». Sin embargo, al mismo tiempo don Juan también dice que se requiere «imaginación, propósito y disciplina» (Ensueño, 142, 18, 23, 26). Sólo entonces el intento puede ser experimentado y controlado como una energía diferente de la razón.
Primer Nivel: SOÑAR DESPIERTO. El nivel uno consiste en estabilizar la conciencia de ensueño. Es decir, comienzas a desarrollar una cierta autonomía dentro de tus sueños. Este nivel incluye observarte mientras te quedas dormido y después despertar dentro del sueño. Al hecho de saber que estás soñando mientras sueñas se le suele llamar ensoñamiento «lúcido»: permaneces despierto dentro del sueño.
El intento de observarte mientras te quedas dormido te lleva a entrar en una negrura que produce una sensación de pesadez pero al mismo tiempo es agradable, como si estuvieras acurrucado bajo un edredón de plumas en una fría noche de invierno. El hecho de permanecer en esa negrura indica que hemos alcanzado el umbral del primer nivel y hemos aprendido a observarnos mientras nos quedamos dormidos. Más adelante, a medida que aprendemos a movernos dentro de nuestros sueños esta pesadez se vuelve más ligera. Para entrar en el nivel uno debemos salir de la negrura y entrar en el ensueño. Cuando apliquemos el intento a esta tarea es probable que veamos imágenes flotando más allá de nuestro alcance, en el límite de la negrura. El objetivo es entrar completa¬mente en el ensueño, dejando la negrura atrás. Descansar en la negrura significa que hemos reducido la atención al primer campo y entrar en el ensueño indica que hemos centrado la atención en el segundo. Cuando potenciamos el segundo campo comenzamos a identificamos con todo nuestro cuerpo energético en lugar de identificamos sólo con el cuerpo físico.
Don Juan recomienda como tarea práctica para atravesar el umbral la de mirarse las manos en el sueño (Ensueño, 21). Esto nos saca de la negrura y nos lleva hacia el sueño con imágenes. Cuando podemos mantener un sueño sin cambios, hemos estabilizado el nivel uno. Es decir, podemos fluir con ese sueño todo el tiempo que queramos.
En este estadio, don Juan sugiere desarrollar el intento del ensoñador. En otras palabras, usando la imaginación y el propósito, establecemos que somos soñadores en cada célula de nuestro cuerpo, llegando a sentir la energía del ensueño en todos los recesos de nuestro ser. Según don Juan, esto produce «el conocimiento corporal incuestionable de que eres un ensoñador» (Ensueño, 26). Y esto nos proporciona el intento inflexible de mantenernos conscientes a medida que entramos más profundamente en el ensueño.
Entre las técnicas utilizadas para favorecer este proceso se encuentran la del desapego y la de no formar patrones. En una ocasión, mientras ensoñaba, me di cuenta de que había una gran boa constrictor deslizándose por el suelo. Poniendo en práctica ambas técnicas de rastreo, no reaccioné; sencillamente observé lo que pasaba. Tampoco reaccioné mientras trepaba por mi cuerpo, aceptando la escena sin apegarme a ella ni rechazarla. Entonces la serpiente se deslizó dentro de mi cabeza por la parte posterior del cráneo y salió por mi boca. En esos momentos resultaba difícil no formar patrones, pero lo intenté. En un segundo, la serpiente desapareció y una luz blanca comenzó a brillar dentro de mi cabeza. Desde ese momento pude dirigir el contenido de mis sueños.
A medida que practiques el ensueño, es probable que te pierdas en los detalles de tus sueños, que te preguntes por qué no lo consigues después de haberlo intentado cientos de veces y también es probable que los numerosos semifracasos acaben poniéndote nervioso. Don Juan nos aconseja que la solución es muy simple: sigue insistiendo. Antes o después las barreras caerán y tendrás éxito (Ensueño, 36).
Segundo Nivel: VIAJE INTERDIMENSIONAL. En este nivel, ejercemos un mayor control dentro de los sueños porque nuestra lucidez asume mayores proporciones. Don Juan dice que para entrar en este nivel, «o bien sueñas que te despiertas del sueño o utilizas el ensueño para saltar a otro sueño diferente» (Ensueño, 44). En lugar de intentar encontrarte las manos, en este caso aíslas un componente del sueño y te centras en él. Después, utilizando la concentración como palanca, cambias de sueño.
Por ejemplo, en uno de mis sueños estaba observando una carretera mientras permanecía apoyado ociosamente sobre el costado de una casa. Era de noche. Estaba intentando detectar las luces de los coches antes de llegar a verlas. Entonces empecé a escuchar unos tonos oscilantes. Este cambio de enfoque de mi atención hizo que entrara dentro del sueño. Como uno de mis intereses son los ET, comencé espontáneamente a sentir energía ET. Entonces el sueño cambió y el coche que se acercaba por la carretera se convirtió en un platillo volante. Perdí la pista y me quedé desorientado. Tuve pánico porque no me sentía preparado para tratar con los ET. Me desperté con el corazón acelerado y sabiendo que la indecisión y el miedo tienen efectos perniciosos. Para la mayoría de la gente, una de las lecciones más difíciles de aprender es la de entrar en sus propios sueños sin perder el control.
Otro de los principales impedimentos es encapricharse con el contenido del sueño, analizándolo excesivamente o usando inapropiadamente la gran libertad que se genera. Si continúas haciéndolo durante mucho tiempo debes prepararte para tener un despertar muy rudo (Ensueño, 41). Por tanto, la mejor opción es seguir evolucionando dentro y más allá del segundo nivel.
Una vez traspasado el umbral, el sueño deja de ser un sueño ordinario. Una de las opciones disponibles es el viaje interdimensional. Por la razón que sea, los Toltecas han aislado el mundo inorgánico como un medio para evaluar su temple y su vigor, y lo usan para viajar dentro y fuera de otras dimensiones. El mundo inorgánico debe ser afrontado con fuerza y confianza, dice don Juan, porque el miedo tiene una influencia desfavorable sobre esa experiencia (Ensueño, 47). Como dentro de ese mundo la energía vibra a una velocidad diferente, se forma una barrera natural. Para soportar la transición de esa barrera se requiere segundo ciclo prepararon a los seres inorgánicos para ser sus aliados y utilizaron sus favores al servicio de su autoimportancia. Añade que por esta razón se está mejor sin ellos. Quedémonos con nuestros propósitos pragmáticos y nuestra búsqueda de la libertad (Segundo anillo, 151).
Tener un pinche tirano nos ayuda a tratar con la gran seducción del reino inorgánico. Evidentemente, lo que destruyó el segundo ciclo fue la errónea suposición de que si podían manejar lo desconocido, también podían manejar a la gente. Al ser destruidos, se dieron cuenta de que si podían manejar en primer lugar el mundo de la gente, entonces podrían enfrentar lo desconocido y lo incognoscible con impunidad (Fuego, 32).
Para quienes se sienten atraídos por universo inorgánico, entrar en él es un gran logro. Una vez allí, la tarea consiste en descubrir que ese es un mundo predecible y tiene sus propias reglas. Uno de los ejercicios del nivel dos es descubrir exploradores procedentes de ese mundo (Ensueño, 108). Don Juan sugiere que debemos localizarles dentro del sueño para establecer con ellos un vínculo a través del intento. En este caso, lo importante es establecer el vínculo y no la forma de hacerlo. El vínculo puede crearse porque tenemos un interés suficiente o porque somos maestros en el manejo del intento. Posteriormente, cuando seguimos a los exploradores de vuelta a su reino aprendemos a trasladarnos dentro de los sueños. Es decir, en lugar de movernos con el cuerpo físico usando brazos y piernas, aprendemos a viajar en la imaginación. Este conocimiento prepara las condiciones para flexibilizar la conciencia y hacer que el cuerpo energético cruce los limites de la percepción.
Tercer Nivel: EL CUERPO DE ENSUEÑO. Uno de los aspectos más interesantes del cuerpo de ensueño es que es una facultad natural de la percepción humana. A lo largo de la historia, las experiencias del cuerpo de ensueño han sido llamadas proyecciones astrales y experiencias fuera del cuerpo. Los practicantes más habilidosos afirman que todos usamos nuestro cuerpo de ensueño regularmente aunque no lo recordemos. Yo he encontrado pruebas que apoyan esta afirmación.
Una mañana al despertar me sentía tenso pensando en todas las cosas que tenía que hacer ese día. Estaba acostumbrado a dejarme guiar por mis sentimientos en lugar de seguir un programa, por eso me sentía acorralado. Durante varias horas intenté relajarme mientras pasaba de una tarea a otra. A mediodía ya había recuperado mi sensación de libertad. Durante la meditación de la tarde me encontré en la negrura del nivel uno. Decidí jugar con ella para ver si podía atravesarla y entrar en el ensueño. Entonces sentí el impacto de las energías del cuerpo de ensueño. Para mí, esto suponía estar más energetizado de lo normal, sentir como si hubiera un bloque de energía condensada dentro de mí. Pensé que tenía que hacer un alto y tomar notas, quizá relacionar esta experiencia con los esfuerzos por relajarme que había hecho a lo largo de la mañana. Centré mi atención en la cocina que era donde tenía el cuaderno. Entonces me levanté para ir a escribir y me di cuenta de que acababa de volver de la cocina para poder levantarme e ir a la cocina. Sentí una sacudida y me di cuenta de que había olvidado momentáneamente que estaba en el cuerpo de ensueño porque todavía no era parte de mi inventario cotidiano. Como no encajaba, lo había bloqueado.
Don Juan dice que en el nivel tres comienzas a mezclar el ensueño con el mundo cotidiano. En este estadio, dice, el cuerpo energético ya está preparado para actuar. La práctica del ensueño produce un cuerpo energético más definido y despierto. A estas alturas, la práctica consiste en aumentar la capacidad de moverse con la imaginación (Ensueño, 142, 153-154) y el medio para conseguirlo es desarrollar la autonomía del cuerpo de ensueño.
En este nivel uno de los principales obstáculos es perderse en los detalles del entorno (Ensueño, 142). Don Juan dice que dentro de su recién hallada libertad, el cuerpo de ensueño se vincula con cada detalle disponible. Para contrarrestar esta tendencia, necesitas una fluidez ilimitada, más allá de las restricciones de la razón. Este abandono completo es necesario para liberarse de la forma, de lo conocido. El consejo de don Juan es: sé inmensamente curioso pero no te quedes paralizado.
Como en todas las labores toltecas, lo más importante es perder la propia importancia. Don Juan dice que para liberar la energía del ensueño hay que desplegar la energía que uno posee. La disciplina del Acechador genera un proceso que tiene el efecto de renovar toda tu vida, liberando energía para el ensueño (Ensueño, 37). La manera de usar esa energía dependerá de tus propósitos y del tipo de modelo que uses para ensoñar.
Como el cuerpo de ensueño es una capacidad natural, no es necesario el modelo tolteca para tomar conciencia de él. Sin embargo, este modelo es valioso porque delinea los pasos de su desarrollo. Otro beneficio adicional es que señala un camino más allá de las «simples» percepciones del cuerpo de ensueño. Por ejemplo, don Juan afirma que el verdadero propósito del cuerpo de ensueño es ver (Ensueño, 163). En otras palabras, se trata de capitalizar su ritmo vibratorio superior para alcanzar alineamientos energéticos más profundos y significativos. Al hacerlo, la conciencia se extiende a todo el cuerpo energético.
Cuarto Nivel: EL VIAJE DEL CUERPO DE ENSUEÑO. Ahora estás plenamente preparado para armonizar el primer campo energético con el segundo. El cuarto nivel consiste en viajar a lugares específicos y definibles usando el cuerpo de ensueño. El resultado es que aprendes a determinar con gran destreza la cohesión de tu cuerpo energético (Ensueño, 69).
Don Juan dice que en el nivel cuatro tienes tres opciones: viajar a lugares de este mundo, viajar a lugares de otros mundos y viajar dentro de los sueños de los demás. Por ejemplo, el inquilino empujó a Castaneda a un sueño que este confundió con un lugar físico real. El inquilino le dijo que esa experiencia servía para mostrarle los misterios del segundo campo (Ensueño, 200, 232). Para entrar en este nivel es necesario moverse intencionalmente en el segundo campo como normalmente lo haríamos en nuestras actividades cotidianas.
Castaneda no ha etiquetado ni definido en sus libros las prácticas de ensueño para los niveles cinco a siete. Sin embargo, en ellos hay referencias que indican una posible progresión consistente con las enseñanzas de don Juan. Basándome en mi comparativamente limitada experiencia os presento alguna pista de los niveles restantes.
Quinto Nivel: EL DOBLE. A veces, el término «doble» es utilizado para indicar la totalidad del cuerpo energético. En otras ocasiones se usa para indicar el cuerpo de ensueño. En este caso, llamamos doble al cuerpo de ensueño cuando tiene tanta fuerza que puede ser percibido por los demás como si fuera una entidad completamente independiente del cuerpo físico. Don Juan afirma que el doble genera la capacidad de estar en dos lugares al mismo tiempo. También dice que el doble es real, aunque no de carne y hueso y añade que es sólido, porque la solidez procede del recuerdo que describe un suceso. Incluso llega a sugerir que es su doble el que ha estado asociado con Castaneda (Relatos, 49-56).-
Hace algunos meses, observé a mi doble durante un viaje en avión. Recordemos que estar suspendido por encima del suelo es una táctica de rastreo usada para desvincular la conciencia de las influencias normales que tienden a sujetarla a la tierra, dejando así volar libremente la percepción. (Grau dice que permanecer suspendido dentro de una canasta durante extensos períodos de tiempo es una de las técnicas que se emplea para reducir las influencias externas. Además, don Juan dice que permanecer colgado de un arnés de cuero sirve para limpiar las enfermedades que no son físicas [Don, 290, 187].) Con los años, he aprendido a utilizar los viajes en avión para este mismo propósito. En aquella ocasión, todo parecía estar a la medida de mis necesidades. Las diez filas de asientos delante de mí estaban a mi disposición y los demás pasajeros apenas interferían. Aprovechando la oportunidad, practiqué la mirada fija, primero con la cabina y después con las nubes. Me sentí en paz y entré en el ensueño durante un par de minutos. Después me desperté para tomar notas. Miré hacia mi izquierda y vi una versión luminosa de mi mismo sentada en la misma hilera pero en el otro lado del pasillo. La figura miró hacia adelante. Cuanto más enfocaba mi mirada, más se evaporaba.
Recordemos también que existen pruebas de que hay un peligro cuando uno se acerca a su doble. Es muy posible que sea un peligro real, por tanto es necesario ir con cuidado. Considera, por ejemplo, que si el cuerpo físico no tiene la energía suficiente, no vibra a la misma velocidad que el doble, por lo que tocar al doble puede ser análogo a electrocutarse o a entrar en contacto con la antimateria. Puedes experimentar una sacudida de energía que el cuerpo físico no sea capaz de asimilar. Si esto ocurre, el encuentro con el doble puede ser mortal.
Sexto Nivel: TELEPORTACIÓN. Viajar con el cuerpo energético a lugares físicos precisos vincula el primer campo con el segundo.
Normalmente si envías tu cuerpo de ensueño a otro lugar, tu cuerpo físico permanece estacionario. Con la teleportación, el cuerpo físico viaja junto con el cuerpo energético. Por ejemplo, mientras don Juan acorralaba a una nueva aprendiz que había de ser la líder femenina del equipo de la generación siguiente, le conminó a que cruzara una línea que él había dibujado en el suelo. Para don Juan, el hecho de que ella cruzase esa línea significaba que entraba voluntariamente en su mundo. Posteriormente ella dijo que cuando cruzó la línea, don Juan «dio un salto prodigioso y se deslizó por encima del tejado de la casa». Como si fuera un bumerán, él se fue de su lado, navegó por encima de la casa y volvió junto a ella (Don, 229).
La experiencia de levitación que mencioné anteriormente es un preliminar del grado de control que tenía don Juan. Las Hermanitas entendían de alguna manera estos temas porque podían levitar y volar por su casa (Segundo anillo, 244-247).
Séptimo Nivel: EL FUEGO INTERNO. Hasta este momento hemos atemperado el primer y segundo campos de manera que, de hecho, han llegado a actuar como uno solo. Entrelazándolos completamente a través del cuerpo energético llegamos a la conciencia pura, libre de forma y definición. Según don Juan, llegamos a una posición del punto focal que es muy específica y recibe el nombre de libertad total (Fuego, 294).
Ensoñar, dice don Juan, es perfeccionar el segundo campo (Ensueño, 42). El recorrido progresivo de los niveles nos permite rastrear este campo energético y confirma nuestra fortaleza de estilo y propósito; esto es especialmente aplicable al logro del nivel siete. Llegados a este punto de la progresión, la cuestión es alcanzar nuestra totalidad, ya no se trata de conseguir objetivos evolutivos.
En general, don Juan dice que ensoñar ejercita el cuerpo de ensueño haciéndolo «flexible y coherente» y preparando el escenario para realizar actos «que están más allá de las posibilidades del cuerpo físico» (Ensueño, 31). Llegar al nivel uno es el equivalente de alcanzar el cuerpo energético. En los niveles uno, tres y cinco te dedicas a entrar más a fondo en el cuerpo energético, a entrar más profundamente en lo desconocido. En los niveles dos, cuatro y seis aprendes a controlar y a mover la energía con la que has contactado en el nivel anterior. En el nivel siete, dejas atrás este mundo y vuelas hacia lo incognoscible.